Cuando inicié con este blog no creà que fuese a durar ni siquiera una semana. Mis ánimos e interés por las cosas estaban por los suelos. Al principio tambien quise que fuese anónimo, pero luego pensé que yo no soy la única atravesando por procesos de ansiedad y depresión, no soy la única a quien la vida le duele aveces y cuya alma por momentos se siente vacÃa.
Ese momento de reconocimiento y aceptación en el que me dà cuenta que ocultar esto no servirÃa de nada, el momento en el cual reconocà que hablando sobre mi situación, mis retos, mis sentimientos y mi experiencia podrÃa ayudar a alguien más, fue el momento en que decidà continuar y hacerlo como yo, cómo Franselis, una chica con Transtorno depresivo mayor y Transtorno de ansiedad generalizada, una chica cuya vida no debe, puede ni está definida por esos trastornos.

Esto ha sido como una bocanada de aire fresco, y también ha sido un reto, pero uno que decidà aceptar con valentÃa, -¿Por qué con valentÃa?… Pues porque no somos todos los que nos atrevemos a mostrar al mundo nuestros demonios, nuestras luces y sobras y somos aún menos los que lo hacemos sólo con el propósito de ayudar.
Ese propósito que me mueve es lo que ha mantenido este pequeño espaciado creado por mÃ, desde y con el alma, de pie. El sólo hecho de recibir mensajes de personas de todas partes expresando sus sentimientos al leer uno de mis escritos es el mejor motor para continuar.

¿Y saben qué?, esto también me ha ayudado a mÃ. Cada vez los nudos en la garganta son menos, la presión en el pecho ha disminuido y mi seguridad y autoconfianza han aumentado. Esto es lo más increÃble, ayudo a los demás ayudándome a mi misma.
Tomar la decisión de hablar, expresarme y que mi testimonio, mis sueños, mis anhelos, experiencias y pensamientos sean leÃdos por personas de todo el mundo ha sido la decisión más retadora y a la vez más gratificante de toda mi vida. Esto se ha convertido en una especie de salvavidas que me mantiene a flote.

Este año ha sucedido tanto. Ha sido un año de confesiones, revelaciones, sanación, decepciones, dolor, lágrimas, miedos, despedidas, pero sobre todo de crecimiento.
Estoy tan agradecida con Dios y con ustedes que leen lo que escribo, con mi familia que no me ha dejado caer y con mi espÃritu inquebrantable que se mantiene fuerte a pesar de los golpes. Creanme que no podrÃa expresar en palabras todo lo que he padecido todos estos años, pero tampoco podrÃa expresar lo bueno que Dios es y ha sido conmigo, a pesar del sufrimiento y el dolor.
Esto apenas comienza. Cada dÃa vamos por más. El proceso de sanación es lento y tiene muchÃsimas altas y bajas, pero les aseguro que vale toda la pena, el sudor, las lágrimas y la vida.
Gracias por estar. Aquà seguimos, FACING LIFE.
Franselis – FACINGLIFE ✨💛