Mucho tiempo he pasado en la obscuridad, divagando por ahí. Sin rumbo ni punto fijo. Mucho tiempo he estado atrapada en un sitio no muy agradable, en ciertas ocasiones.
Todos tenemos esa voz en nuestra cabeza que nos habla, pero cuando esta te dice y empuja a hacer cosas en contra de tú salud mental, ya se convierte en una batalla, una contigo mismo. Una batalla interna que roba tu energía y te coloca en un cuarto negro dónde no puedes ver tus manos delante de tu cara.
En carne propia he librado esa batalla donde a veces gano yo, y a veces gana mi mente. Una mente lastimada y cansada de tanto luchar. Luchar contra si misma y contra el mundo, contra gente que me considera un bicho raro.
Hace poco alguien me dijo que soy como el sol, que soy especial y un ser único. Al salir de mi boca las siguientes palabras – «Soy una nube gris», Me dijo lo siguiente: – «Nooo. Eres un Sol. La nube gris, vive en los demás. Ellos son los que no tienen colores y son todo superficialidad y sin sentido. Lo que pasa es que ser tan especial como eres, hace que en ocasiones creas que eres un bicho raro. Y eres una rareza, pero una maravillosa rareza, un hermoso unicornio. Un Sol, donde solo hay oscuridad». Él dirigió así mí algunas de las palabras más hermosas que alguien jamás ha dedicado a mi persona.
Ahí entendí que yo brillo con luz propia, que soy un hermoso bicho raro, un sol radiante que tiene la capacidad de resplandecer y convertir la obscuridad en luz. Soy alguien realmente especial, cómo también lo eres tú, que estás leyendo esto.
No debemos dejar que el yugo de la obscuridad nos invada, que nos hunda en las profundidades. Cada uno de nosotros es importante y especial para alguien. Cada uno de nosotros debemos darnos importación y sentirnos especiales en nuestra propia piel.
Recuerda, tú brillas por tí sólo, porque tú eres el sol.
Hay fuerzas que mueven el mundo. Hay ciertas cosas que son tan poderosas y potentes que nos llenan el corazón y nos mueven a hacer cosas increíbles, cosas fantásticas.
El amor es una de esas cositas que dan fortaleza y es capaz de lograr cosas inimaginables. Una fuerza tan sorprendente que nos empuja hacia la grandeza, una grandeza que puede impactarnos en todos los sentidos.
El amor puede mover masas y lograr que cosas poderosas pasen. La fortaleza de este sentimiento es como un tsunami.
Por amor se lucha. El amor empodera y ayuda. Si, el amor ayuda.
SONETO XII – LOPE DE VEGA.
Ama y amate, porque cuando amamos y nos amamos somos capaces de lograr, conseguir y crear grandes cosas. Inténtalo, házlo y te darás cuenta de lo que estoy hablando.
Crea en tu corazón un amor bonito para tí y para quienes te rodean. Crea un amor bonito que sea tan fuerte que transforme tú vida en lo que siempre haz soñado, y de paso logres que la vida de los demás se vea tocada de manera positiva por ese sentimiento tan especial que tienes para dar.
La vida pasa realmente rápido, y nos concentramos en cosas tan vanas, repetitivas e inútiles que no aportan nada a hacer florecer el alma. Cosas que si analizamos nos sentiríamos incluso algo avergonzados de darle un valor que no merecen en lo absoluto.
Creo fielmente que nuestro espíritu necesita ser alimentado, nutrido y cuidado de adentro hacia afuera. Merece recibir más cosas importantes y lindas, y menos cosas que sólo desgastan y drenan.
Me refiero a cambiar las relaciones absorbentes por relaciones sanas, palabra hirientes por palabras de apoyo y aliento, compañías dañinas para el corazón por compañías que nos hagan doblarnos de la risa , trabajos que nos hacen infelices por cosas que realmente contribuyan a qué seamos felices y plenos. Me refiero a hacer cosas diferentes, cosas que vayan en concordancia con lo que somos y soñamos ser.
Haz cosas nuevas. Desecha la basura, relacionate con personas con bonitas y positivas vibras, habla con un extraño en el autobús ,en la calle, en el súper… y quizás encuentres a un amigo para toda la vida. Sé tú, sé libre, sé llanto pero también risas, sé aire fresco, sé un espíritu bondadoso, sé agua que fluye y se deja llevar solo por las cosas buenas. Abraza y besa mucho. Explora. Ama, pero sobretodo amate.
La vida no es sencilla, pero vale la pena ser vívida. No todo es color de rosas, pero recuerda, puedes pintar tú mundo de los color que quieras. Házlo.
No sé si soy la única, pero yo tengo una lista de deseos, de cosas por hacer, anhelos por cumplir; cosas que siempre he querido llevar a cabo, pero de alguna u otra manera no he podido. Las razones de esto son fáciles de descubrir – razones bastante obvias-.
No había hecho las cosas que coloqué en la lista porque aunque el deseo estaba, ese deseo que a veces se transformaba en lágrimas de desesperación, no era suficientemente fuerte como para luchar contra la falta de motivación, la desesperanza, la depresión, la ansiedad y el miedo que todo lo anterior conlleva. No era que no quería, más bien, no podía… ¡Lo juro por Dios!
Una de las cosas que encabezan esa lista es mostrarme al mundo como verdaderamente soy, quien soy sin reservas ni filtros. Simplemente yo, sin tener que bajar la cabeza, inventar sonrisas falsas, guardarme un chiste o una carcajada, sin cohibirme, y mucho menos hacer cosas sólo para complacer a los demás.
Hoy soy quien quiero ser ( aunque falta muchísimo en lo cual trabajar), y eso es lo que muestro. Muestro lo que guarda mi escencia, esa escencia de alguien que se interesa por los demás, alguien empático, conciente, parlanchina, divertida, abierta, clara, alguien que muestra sus alegrías pero también sus tristezas.
Ya no oculto los transtornos que me aquejan. No lo hago porque en este mundo tan inmenso no soy ni la primera ni la última persona que tiene y/o tendrá que lidiar con la depresión y la ansiedad, y todo lo que estas conllevan. Lo hago porque quiero ayudar y concientizar, tocar almas y ayudar a sanar a aquellos que como yo, lo necesitan.
Hoy soy un alma agradecida por todo lo que se encuentra a mi alrededor, todo lo bonito y también lo no tanto, un alma libre y en conexión con la naturaleza. Soy aquella persona que siempre estuvo en mi interior pero no dejaba o no podía dejar salir.
Hoy puedo decir que ya salí de aquel cascaron dónde me mantenía prisionera en cuerpo, alma y espíritu. Hoy puedo gritar a los cuatro (4) vientos y en las cinco (5) esquinas que lo que importa no es la meta, sino el proceso, el camino recorrido. Un camino de sanación, si, con muchas piedras sobre el, pero también con todo lo que guarda mi interior: la fe cómo guía y compañera, la esperanza como refugio y la confianza como motor.
Mi lista de deseos es larga. Ya he dado pie a mucho de los sueños que ahí se encuentran, y a otros nuevos. Sueños locos, pero que vale la pena soñarlos y cumplirlos, trabajarlos y volverlos realidad.
Mi lista es uno de los motores que me impulsan a seguir caminando. Es una razón para continuar.
Cada anhelo cumplido se vuelve una victoria inimaginable para este ser humano que ha pasado por tanto, pero que al fin está viendo ese rayito de sol al final del túnel.
P.D. Crea tu lista de deseos y disfruta del proceso. Has que el camino hacia aquello que quieres lograr sea lo más divertido y acogedor posible pues siempre habrán obstáculos que pondrán a prueba tu fe. La recompensa será mucho más grande de lo que imaginas.
Debo confesar que una de mis cosas favoritas es observar detenidamente, sin prisa, observar movimientos, ademanes, sonrisas, ojos, rostros. Amo las sonrisas, siempre me fijo en ellas, y me he dado cuenta que hay sonrisas que parecen mágia, te enganchan y quisieras volverlas a ver una y otra vez, porque son sonrisas que salen del alma, que cautivan y contagian- no son una simple expresión facial- son un portal hacia otro mundo.
Hay ojos que te hablan y te llaman, ojos en los que te pierdes por un momento y en los cuales desearías desaparecer para siempre. Ojos que expresan todo lo que un corazón guarda, sentimientos, emociones, luchas, desvelos, fuerza, empatía… No importa el color o la forma, no importa el tamaño, lo único que importa es lo que guardan dentro. Por alguna razón mi color favorito de ojos es el negro, tan extraños, tan difíciles de encontrar, tan profundos que podrían hipnotizar, tan inefables y a la vez tan misteriosos. Juro que no me importaría perderme en unos ojos negros y quedarme allí por toda la eternidad.
Rostros, los rostros cuentan historias, historias que nunca nos podríamos imaginar, guardan sueños, luchas, anhelos, esperanza y desesperanzas, sólida y dolor, alegrías y llantos, decepciones y momentos, momentos de glorias inquebrantables y derrotas desgarradoras. No sé si soy la única que en ciertos momentos se queda observando fijamente el rostro de alguien, preguntándome cuál será su historia, qué le pasa por la cabeza, ríe por fuera y llora por dentro, se siente en paz o tiene demonios que lo atormentan.
Me pregunto si han vivido su mejor vida o se arrepienten de sus decisiones, si han amado y Sido amados, si han lastimado y sido lastimados, si tienen un corazón noble o sólo un hueco negro y profundo en el pecho. Me preguntó tantas cosas y me pongo a imaginar cómo sería estar en sus zapatos, vivir su vida por un día, sentir como siente, pensar como piensa, ver el mundo a su manera, tener sus memorias y poder analizar cada una de ellas, a detalle, sin perderme un solo segundo.
No sé si estoy loca, pero es algo que siempre he querido. Noe conformo con sólo mirar, me gusta observar, ver más allá con el inmenso deseo de tener un super poder que me permita penetrar y observar su alma.Y es que hay tanta gente, tantos secretos guardados bajo llave, tantas historias sin contar, tantas heridas sin sanar, tantos momentos de alegría que albergamos en nuestra mente como el tesoro más preciado porque fueron momentos en los que fuimos tan felices que desearíamos revivirlos una y otra vez.
Quiero conocer gente, conocer almas, escuchar historias e imaginarme que muestras las escucho las vivo en carne propia y siento cada olor, cada sabor, cada sentimiento. Quiero contar historias, historias propias e historias de aquellos que no han sido capaces de contar las suyas, quiero que me inspiren e inspirar, deseo darle voz a los que creen no tener una o no se atreven a utilizarla. Anhelo contar sueños, milagros, batallas, luchas, alegrías, amores y sobre todo VIDAS, vidas REALES, vidas que INSPIREN.
«Me da miedo hablar delante de la gente», «Quiero hacer esto, pero me juzgarán», «Me están mirando, deben estar hablando de mí», «mejor no expreso mi opinión, nadie la tomará en cuenta», «Está ropa me qué horrible, los demás se van a reir de mí «, «Estoy muy flaca», «Soy una gorda horrible», «nadie se fijará en mí»… Estas son frases o pensamientos clásicos de aquellos cuya vida se basa en la opinión de los demás, aquellos que no hacen las cosas por miedo al qué dirán y cuya autoconfianza se la ha llevado el viento o simplemente nunca existió, nunca se desarrolló, quizás por situaciones traumáticas, palabras hirientes, personas horribles que se sienten superiores haciendo sentir a los demás inferiores, y quizás debido a su gente más cercana: familia y amigos.
Imagínense vivir bajo la sombra de los demás, vivir con miedo de ser uno mismo, escondernos y encerrarnos , no salir al mundo a mostrar lo que realmente somos, sentirnos inferiores; sé que cada uno de nosotros en alguna ocasión ha experimentando ese sentimiento de inseguridad que no nos permite ver lo que realmente somos y lo que realmente valemos, un sentimiento tan abrumador que nos mantiene viendo a los demás por encima de nosotros y nos vemos a nosotros mismos como seres diminutos, rezagados y vulnerables.
Yo me he sentido de esa manera, tan pequeña e insignificante, tan débil e invisible, siempre comparandome con los demás, siempre buscando algo malo en mí y obviando todas aquellas grandes cualidades que poseo. Mi confianza era nula, prácticamente no existía; lo único que se hacía presente era una horrible sensación que me hacía ver a los demás en las altura, mientras yo estaba en el suelo. En mi caso todo esto comenzó en la adolescencia y desde hace poco estoy intentando dejarlo en el pasado y mostrar la persona que realmente soy y la persona que aspiro llegar a ser.
Lo primero es aceptar que nadie es más ni menos que los demás. Cuando dejamos atrás ese sentimiento de inferioridad estamos dando el paso inicial de un largo proceso, un proceso que valdrá la pena. Yo me encuentro en un punto en el que intento ver todas aquellas cualidades que poseeo y me hacen única, aquellas pequeñas cosas que conforman mi escencia. Debo admitir que se me olvida muy seguido, pero siempre hay alguien allí afuera que me lo recuerda, que ve en mi lo que yo debo ver.
La confianza en uno mismo es un factor determinante para crecer y alcanzar aquello que se quiere. Confiar en nosotros mismod nos hace sentir invencibles, que podemos y somos capaces de alcanzar y hacerlo todo.
Sé que es difícil pero una vez que estás dispuesto a confiar, nada te detendrá. Debes decirte a tí misma/o todas esa cosas que te hacen grande, que te hacen ser tú. Tienes que mirarte al espejo y decir: soy capaz, puedo con todo, soy hermosa/o, inteligente…mírate de pies a cabeza y agradece.
En mi proceso he hecho pequeños cambio, pero que significan un mundo para mí… He decidido cambiar mi estilo de peinado, ponerme ropa que nunca hubiese usado antes, expresar mis sentimientos, poner en su puesto a aquellos que se creen más, aprendí a maquillarme, no lo hago con mucha frecuencia, pero cuando lo hago yo misma me halago, me paro delante del espejo del baño, sonrío y me digo lo linda que soy y lo buena que estoy. Es un camino difícil en el que no siempre te sientes cómoda/o con tigo misma/o, pero son más los momentos gratificantes.
Confía en tí, en lo eres capaz de hacer, en tú valor, en tus atributos, tú habilidad. La vida es muy corta para vivir con limitaciones, sintiéndote como un cero a la izquierda. Vive como si te fueras a comer el mundo, pero recuerda, siempre respetando y sin pisotear a los demás, porque aquí hay cabida para todos.
P.D: Ponte esa ropa que siempre quisiste ponerte.
P.D2: Di algo que te hayas estado guardando.
P.D3: Mírate al espejo, desnud@, con ropa, como sea y hazte cumplidos, no sólo sobre tú cuerpo, también sobre tú personalidad, mente, tú espíritu, tú alma.
P.D3: Escucha «En guerra» de Sebastián Yatra y Camilo.
Llegamos. Fuimos recibidos por un grupo de personas en cuyos rostros se observaba una alegría tan sincera, y no solo la obligación que conlleva su trabajo, sino algo genuino, desde el corazón.
Pancartas escritas a mano y música hermosa de fondo. Una bienvenida que nunca olvidaré, una bienvenida que quedará en mi memoria y corazón por siempre… ¿Por qué? – Porque fue la bienvenida a una de las etapas más importantes de mi vida, estoy segura-.
Recuerdo que cuando llegué a Unicaribe no hubo nada de eso. Nadie nos recibió, lo que me hizo sentir tan nerviosa, tanto, que la ansiedad ocasionó algunos incidentes embarazosos de los cuales prefiero no hablar.
El aula que me tocó estaba repleta. Yo, debido a la ansiedad, no me siento nada cómoda, rodeada de tantas personas, pero adivinen qué… No me importó. No lo hizo porque la vibra era positiva, quiero decir que todos los que estábamos ahí teníamos la emoción, orgullo y felicidad a flor de piel, era un sentimiento compartido.
Maribel, que vibra tan hermosa. Una maestra dinámica y divertida que me hizo sentir como si la conociera de toda la vida. ¡Qué espíritu tan alegre!.
Como saben, a mí me gusta observar detenidamente a las personas, algo así como mirar en su interior, y lo que vi en ella fue bondad infinita. Una mujer jovial, alegre, elocuente y con una inteligencia evidente.
Pasar casi un día completo allí, no fue nada fácil, fue agotante, pero al mismo tiempo tan gratificante. Fue un día para recordar, y más que fué una experiencia compartida con mi hermana y mi primo… ¿Qué más podría pedir?
Me encamino a estudiar algo que amo, mi hermana y primo me acompañan, estoy rodeada de gente increíble, los maestros son espectaculares. La vida es buena, retribuye, y lo hace con creces, lo está haciendo conmigo en este justo momento.
P.D. La vista desde allí arriba es espectacular.
P.D. Gracias a todos, gracias, UAFAM, gracias, Dios. Esta aventura apenas comienza.
Estás en el vientre de tu madre, un pequeño espacio que será tú hogar por los próximos 9 meses ( regularmente). Ahí te va a alimentar a través de un cordón conectado a tu ombligo y verás el mundo a través de los latidos del corazón de tú mami.
Naces, abres tus ojos y ves el mundo por tí mismo por primera vez. Aún no eres consciente, actúas por instinto y necesitas del completo y complejo cuidado de quienes se hacen llamar tus padres, dos seres que tendrán que alimentarte, protegerte, educarte, guiarte….
Vas creciendo y vas desarrollando tu personalidad, vas haciendo cosas por tí mismo y vas descubriendo cada día nuevas cosas. Llega una edad en la que ya eres absolutamente conciente de todo, sabes como se supone que debes actuar según de las imposiciones de la sociedad, cuales cosas se consideran correctas y cuales no, de acuerdo a los demás. Desarrollas tú propia opinión, tú propia voz y decides en que creer y en qué no.
Siempre necesitarás de tus padres pero sabes que debes salir al mundo y aprender a vivir por tí mismo. En el proceso te vas dando cuenta de que hay palabras que pueden herir incluso más que las acciones, que la maldad existe, pero la bondad predomina, que habrán personas que llegarán y se irán, y todo eso con un propósito, créeme, algo te enseñará. Verás y oirás y sentirás tantas cosas. Verás como habrán quienes sufran por dentro, pero aún sonrían con el alma rota, verás como se cometen injusticias descaradas, como algo superficial se convierte en algo más importante de lo que realmente debería importar, verás a niños con todo y a otros sin nada, a personas sufrir por estupideces y a otras por cosas desgarradoras, personas luchando con su salud mental, personas que lo superan y aquellas que se quedan en el camino.
Oirás, oirás demasiado, palabras que te marcarán y otras a las que no le tienes que hacer caso porque son como el veneno de una serpiente, solo quieren causar daño, oirás verdades que se esconden detrás de «juegos», oirás a las personas pelearse por cosas insignificantes, oirás risas tan sinceras que te harán sonreír a tí también, oirás el zumbido del viento y el canto de las aves, a los perros ladrar de felicidad y aullar de dolor, a padres expresando cómo aman a sus hijos y a otros repudiandolos, oirás palabras despectivas, pero también cumplidos sinceros hacia tu persona que te harán darte cuenta lo valioso que eres para alguien más.
Sentirás, mierda, sentirás el dolor de los demás,pero también sus alegrías , o quizás sentirás envidia, odio, tristeza, arrepentimiento. Sentirás amor, porque te enamorarás, – a mis 20 años aún no lo he hecho-, pero te aseguro que pasará y te sentirás en el cielo, y sí, puede que te rompan el corazón, pero volverás a enamorarte. Nadie se libra de amar aunque así quiera.
Creo que a todos nos llega un punto en el que nos cuestionamos, nos preguntamos: ¿Quién soy?, ¿Quien quiero ser?, ¿A dónde pertenezco?. Yo lo he hecho infinitas veces y aún me quedan respuestas por descubrir. Unos tardarán más que otros en encontrar la respuestas a estas interrogantes.
Para responder estás preguntas, lucharas con mounstros invisibles, llorarás, experimentarás, exploraras, conocerás personas, lugares, olores, sonidos y sabores. Te pondrás a prueba y quizás tropezaras, estudiaras algo que no te apasiona y cuando te des cuenta estará en tí decidir si seguir o detenerte, serás juzgado si tú decisión es priorizar tu paz, pero también es muy probable que haya quienes te apoyen en todo el sentido de la palabra.
Irás descubriendo cuáles cosas te hacen tú, tú escencia, cuáles cosas te identifican, cosas que podrían parecer tan simples, como por ejemplo que te guste sentarte un rato al aire libre o beber una tasa de café en la mañana escuchando un poco de Jazz. Te darás cuenta de lo que te hace sentir el corazón lleno y lo que no, de lo que te divierte y lo que te enoja, de lo que quieres y lo que no.
Para encontrar respuestas lo único que tienes que hacer es vivir y en el proceso todo irá cobrando sentido. Cuando menos te lo esperes descubrirás a qué viniste a este mundo, tú vocación.
Quizás te sucedan cosas que requieran sanación, pero está bien, nadie está exento de ello. Yo estoy en un proceso de nación a través del cual me he ido dando cuenta de muchas cosas.
Me he dado cuenta que perteneces dónde te sientas amado y en paz, con quien se preocupe por tí y te respete, quien te diga la verdad a la cara. Perteneces a dónde estés por gusto y no por obligación, dónde le agradezcas cada día a Dios por estar allí.
Verás, oirás, sentirás y te preguntarás… Todo es parte de este viaje llamado vida. No siempre todo será bonito, no siempre estarás dónde quieras estar, no siempre tendrás el valor de marcharte, decir o hacer lo que deseas, pero siempre recuerda que habrá una oportunidad más de intentarlo aunque el tiempo pase muy rápido, siempre encontrarás una mano amiga, un nuevo amor, inspiración y fuerzas para seguir.
Al final, descubrirás quién eres, serás quien quieras ser y estarás justo donde perteneces, estoy segura… Y te lo dice alguien que a batallado y sigue buscando respuesta, pero que aún tiene esperanza y seguridad de que cada pieza se pondrá en su lugar, en el tiempo y momento perfecto. Así que vive y no te preocupes, Dios nunca falla.
P.D. Quiero pedir un gran favor… Siempre se amable, sueña, lucha, cuida de tí física, mental y espiritualmente, y por favor, nunca te rindas.
Desde que nació ha sido la luz de mis ojos, uno de los regalos más hermosos que la vida pudo darme. Ella trajo alegría a mi vida desde el primer momento en que la ví, en que ví sus ojitos claros y su cabecita con tan sólo unos poquitos cabellos. Fue amor a primera vista.
Por ella he llorado, insistido, peleado y estoy dispuesta a todo y mucho más.Por su bienestar y felicidad e luchado desde aquel 2 de mayo de 2011 en el que vino al mundo. Su camino hasta este momento no ha sido nada fácil, pero a pesar de todo es aquella personita que con tan sólo reír o abrazarme, reconforta cada parte de mi ser.
Mi niña especial, especial en todos los sentidos, desde lo que significa para mí hasta un ámbito más serio. Ella es una niña especial que a sus once (11) años tiene la mentalidad de una de cinco (5) y cuyo vocabulario no se ha desarrollado completamente.
Ella tiene la risa más contagiosa del mundo y es la persona más graciosa que yo conozco. Con tan sólo decir una de las cuantas frases que sabe, me hace reír a carcajadas.Su frase predilecta es «Padre amado», pero es la pronuncia de la siguiente manera: – » Padre amaro»- .
Como dije, es especial en todos los sentidos. Lo que más especial la hace para mí es su corazón puro e inocente que me brinda un amor tan sincero e incondicional que en ocasiones puede llegar a llenar todos los huecos en mí.
Por ella lucho cada día, por ella me enfrento a cualquiera. Ha pasado la mayor parte de su vida conmigo y mi familia. Nosotros sí la apreciamos.
Ella es mi sobrina. Ella es mi persona favorita. El ser más especial y cool de todo el mundo. Las palabras no son suficientes para expresar su impacto en mi vida. Me infunde fuerza, aliento, empuje, y se convirtió en mi motivo para siempre salir a flote.
No ha sido nada fácil lidiar con su condición, pero ella es mi esperanza, inspiración y fortaleza.
Hermosa por dentro y por fuera. Su mirada es penetrante y hermosa. Tiene unos ojos que te miran con ternura.
P.D: Ellos aman incondicional y sinceramente, amalos de la misma manera. Su amor te levantará y el tuyo los ayudará mucho.
No sé si soy la única a la que le ha pasado que quiere algo intensamente, quiere hacerlo, pero simplemente no puede, algo la detiene. Pues por muchos años esto fue una constante en mi vida. Una constante desgastante, que me aprisionaba y mantenía siguiendo un horrible círculo vicioso, como quien hace lo mismo una y otra vez aunque salga lastimado una y otra vez. Hablo es pasado, pero la verdad es que sigue aquí, conmigo, acompañándome.
Hay algo en mi interior que siente un deseo y anhelo inmenso por la realización de ciertas cosas, pero también existe una pequeña pero persistente voz que me detiene. Se preguntarán cuál es la táctica que usa esta fastidiosa vocecita para hacerme desistir… Lo que hace es decirme todas y cada unas de las cosas, las razones, que me llevarán a arruinar eso que quiero tener.
Esto aveces se siente como una lucha entre un diablito y un angelito en mis hombros, sabiendo claramente cual de los dos es esta voz. Es una lucha que por alguna razón siempre termina ganando el lado malo, siempre termina siendo guiada por la duda y la inseguridad, y en pocas ocasiones el otro lado obtiene la victoria.
Quienes leen y siguen mi blog saben la razón por la que surgió el mismo, conocen mis luchas y batallas internas y son concientes de mi proceso de sanación. Las heridas que provocan años y años de dolor no se borran de la noche a la mañana, por más que queramos, por más que deseemos e intentemos es algo imposible.
El tiempo es clave y la determinación aún más. Sanar es mi meta, y en el proceso empezar a vivir es lo que que quiero. Cómo entenderán aveces se pone color de hormiga, se pone complicado y lo que un día dolió vuelve a doler, incluso igual o más fuerte.
El miedo es una de esas cosas que no desaparecen, y no me refiero a ese miedo común en todo ser humano, me refiero a ese miedo caracterizado por la inseguridad y confianza cero. Un miedo tan jodido que incluso cuando ya crees saber quién eres te hace dudar y tambalear. Un miedo que paraliza y te hace retroceder.
He evolucionado increíblemente, a un punto que a veces olvido a ese ser triste y gris que alguna vez fuí y qué uno que otro día vuelve a visitarme. Como quisiera ser capaz de permitirme hacer y sentir todo aquello que quiero, pero tengo miedo, esa es la verdad, tengo muchísimo miedo.
Espero muy pronto llegar a un punto en dónde pueda pasarme ese miedo por dónde no da el sol y plenamente ser, hacer y sentir. Es muy jodidamente frustrante, pero debo ser paciente, porque por más que desee algo las cosas no suceden de un día para otro, y menos cuando se trata de sanar, sanar en alma, cuerpo, mente y espíritu.
P.D: Tener miedo es normal, no luchar contra el, no, no lo es.