Hay fuerzas que mueven el mundo. Hay ciertas cosas que son tan poderosas y potentes que nos llenan el corazón y nos mueven a hacer cosas increÃbles, cosas fantásticas.
El amor es una de esas cositas que dan fortaleza y es capaz de lograr cosas inimaginables. Una fuerza tan sorprendente que nos empuja hacia la grandeza, una grandeza que puede impactarnos en todos los sentidos.
El amor puede mover masas y lograr que cosas poderosas pasen. La fortaleza de este sentimiento es como un tsunami.
Por amor se lucha. El amor empodera y ayuda. Si, el amor ayuda.
Crea en tu corazón un amor bonito para tà y para quienes te rodean. Crea un amor bonito que sea tan fuerte que transforme tú vida en lo que siempre haz soñado, y de paso logres que la vida de los demás se vea tocada de manera positiva por ese sentimiento tan especial que tienes para dar.
Lo primero es aceptar que nadie es más ni menos que los demás. Cuando dejamos atrás ese sentimiento de inferioridad estamos dando el paso inicial de un largo proceso, un proceso que valdrá la pena. Yo me encuentro en un punto en el que intento ver todas aquellas cualidades que poseeo y me hacen única, aquellas pequeñas cosas que conforman mi escencia. Debo admitir que se me olvida muy seguido, pero siempre hay alguien allà afuera que me lo recuerda, que ve en mi lo que yo debo ver.
La confianza en uno mismo es un factor determinante para crecer y alcanzar aquello que se quiere. Confiar en nosotros mismod nos hace sentir invencibles, que podemos y somos capaces de alcanzar y hacerlo todo.
En mi proceso he hecho pequeños cambio, pero que significan un mundo para mÃ… He decidido cambiar mi estilo de peinado, ponerme ropa que nunca hubiese usado antes, expresar mis sentimientos, poner en su puesto a aquellos que se creen más, aprendà a maquillarme, no lo hago con mucha frecuencia, pero cuando lo hago yo misma me halago, me paro delante del espejo del baño, sonrÃo y me digo lo linda que soy y lo buena que estoy. Es un camino difÃcil en el que no siempre te sientes cómoda/o con tigo misma/o, pero son más los momentos gratificantes.
Acabo de leer una frase que decÃa algo asà como: – » Normaliza no tratar tan duro cuando alguien te hace sentir no querido»-. Esta frase se pegó desde el primer instante como una estampilla en mi cabeza y corazón, y es que yo soy de aquellas personas que intentan hasta no poder más, hasta quedar sin energÃas, hasta que ya no queda la mÃnima señal de esperanza, el mÃnimo apice de amor propio, es decir, hasta que caes tan bajo que te das cuenta que te estás haciendo daño a ti mismo, por alguien a quien no le importas y te lo demuestra una y otra vez.
Lo que leà me hizo abrir los ojos. Ya no puedo seguir intentando con personas que me hacen sentir ignorada, excluida y que me muestran directa o indirectamente que no me quieren en su vida. Es difÃcil, es revelador y golpea como una bola de concreto en mà interior, pero es lo que debe ser para evitar una herida mayor , que duela y arda cada vez que la toco.
Hoy me alejo, dejo de intentar que me veas y hables como lo hacÃas antes. Hoy dejo de esperar que vuelvas a tratarme como lo más especial para tÃ. Hoy me doy cuenta que me ignoras para que yo me aleje.
Duele, si te importa duele, pero hagamos caso a esas señales que podrÃan pasar desapercibidas o que nos empeñamos en ignorar. Vamos a elegirnos a nosotros primeros. Dejemos ir a quien no nos hace sentir queridos.
Ese momento de reconocimiento y aceptación en el que me dà cuenta que ocultar esto no servirÃa de nada, el momento en el cual reconocà que hablando sobre mi situación, mis retos, mis sentimientos y mi experiencia podrÃa ayudar a alguien más, fue el momento en que decidà continuar y hacerlo como yo, cómo Franselis, una chica con Transtorno depresivo mayor y Transtorno de ansiedad generalizada, una chica cuya vida no debe, puede ni está definida por esos trastornos.
Ese propósito que me mueve es lo que ha mantenido este pequeño espaciado creado por mÃ, desde y con el alma, de pie. El sólo hecho de recibir mensajes de personas de todas partes expresando sus sentimientos al leer uno de mis escritos es el mejor motor para continuar.
Tomar la decisión de hablar, expresarme y que mi testimonio, mis sueños, mis anhelos, experiencias y pensamientos sean leÃdos por personas de todo el mundo ha sido la decisión más retadora y a la vez más gratificante de toda mi vida. Esto se ha convertido en una especie de salvavidas que me mantiene a flote.
Este año ha sucedido tanto. Ha sido un año de confesiones, revelaciones, sanación, decepciones, dolor, lágrimas, miedos, despedidas, pero sobre todo de crecimiento. Estoy tan agradecida con Dios y con ustedes que leen lo que escribo, con mi familia que no me ha dejado caer y con mi espÃritu inquebrantable que se mantiene fuerte a pesar de los golpes. Creanme que no podrÃa expresar en palabras todo lo que he padecido todos estos años, pero tampoco podrÃa expresar lo bueno que Dios es y ha sido conmigo, a pesar del sufrimiento y el dolor.
Esto apenas comienza. Cada dÃa vamos por más. El proceso de sanación es lento y tiene muchÃsimas altas y bajas, pero les aseguro que vale toda la pena, el sudor, las lágrimas y la vida.
Esta noche me tocó ver a una chica hermosa, tanto por dentro como por fuera, una chica que conjuga corazón, alma y espÃritu en un solo ser. La và demostrar el gran talento que posee, y ser reconocida por ello. Me tocó ver a esta chica, quien tiene una voz mágica y que nos encantó a todos cada vez que la escuchamos en el aula, en 6toB, brillar en el escenario de La Voz Dominicana.
Que felÃz me hace ver triunfar a la gente de buen corazón, que alegrÃa verla ahÃ, en televisión, transmitiendo esas vibras tan positivas que siempre ha transmitido. Ella siempre fue la artista del curso, pero ahora se ha convertido en una verdadera estrella, una que brilla tan inmensamente que su brillo puede ser visto por millones.
Clau, no tengo palabras para expresar lo orgullosa, feliz y agradecida que estoy por tÃ. La vida te regresa lo que entregas y a tà te está regresando puras cosas bonitas.
Dicen que las niñas son las consentidas de sus padres y eso es totalmente cierto, pero tambien es cierto que los padres son los consentido de las niñas. El amor de padre es junto al amor de madre un arma que puede vencer cualquier cosa, un regalo que debemos atesorar con toda el alma, porque es puro y sincero, desprendimiento e infinito.
Uno de los peores sentimientos es el arrepentimiento. Vive una vida sin miedo a errar, una vida de aventuras inesperadas, amores eternos o pasajeros. Vive una vida sin arrepentimientos, una de la que sientas orgullo, porque hiciste todo lo que hizo sentir libre y feliz a tú alma.
Complacete tú. La vida es muy corta para no ir por aquello que anhelas, por aquello que amas, por aquellos que quieres, por aquello que es bueno para tu ser y sobre todo te hace feliz.
No te dejes persuadir, no lo hagas. Vive tu vida plenamente y confÃa en tu intuición, confÃa en tú alma y corazón.
Uno de los peores sentimientos es el arrepentimiento. Vive una vida sin miedo a errar, una vida de aventuras inesperadas, amores eternos o pasajeros. Vive una vida sin arrepentimientos, una de la que sientas orgullo, porque hiciste todo lo que hizo sentir libre y feliz a tú alma.
Complacete tú. La vida es muy corta para no ir por aquello que anhelas, por aquello que amas, por aquellos que quieres, por aquello que es bueno para tu ser y sobre todo te hace feliz.
No te dejes persuadir, no lo hagas. Vive tu vida plenamente y confÃa en tu intuición, confÃa en tú alma y corazón.
Si tienes hijos por favor, te lo pido, noble digas que los hombres no lloran porque estarás contribuyendo al fomento de esa estúpida idea arcaica de que el hombre no puede derramar ni una solo lágrima. Para tú información, los hombres si lloran, sufren y atraviesan situaciones difÃciles que afectan su autoestima. Los hombres no tienen el corazón de piedra. Los hombre tambien son sensibles, vulnerables, empáticos. Los hombre tambien tienen bajones, malos dÃas, pensamientos negativos.
Por favor no sigamos alimentando esa idea tan absurda e insensible. Si eres un hombre y está leyendo esto, quiero decirte que si nadie te ve, yo sÃ, si nadie te escucha, yo sà y si nadie te siente, yo si. Yo estoy aquÃ, te veo, te escucho y te siento, siento tú dolor, y te apoyo.