Debo confesar que una de mis cosas favoritas es observar detenidamente, sin prisa, observar movimientos, ademanes, sonrisas, ojos, rostros. Amo las sonrisas, siempre me fijo en ellas, y me he dado cuenta que hay sonrisas que parecen mágia, te enganchan y quisieras volverlas a ver una y otra vez, porque son sonrisas que salen del alma, que cautivan y contagian- no son una simple expresión facial- son un portal hacia otro mundo.
Hay ojos que te hablan y te llaman, ojos en los que te pierdes por un momento y en los cuales desearías desaparecer para siempre. Ojos que expresan todo lo que un corazón guarda, sentimientos, emociones, luchas, desvelos, fuerza, empatía… No importa el color o la forma, no importa el tamaño, lo único que importa es lo que guardan dentro. Por alguna razón mi color favorito de ojos es el negro, tan extraños, tan difíciles de encontrar, tan profundos que podrían hipnotizar, tan inefables y a la vez tan misteriosos. Juro que no me importaría perderme en unos ojos negros y quedarme allí por toda la eternidad.
Rostros, los rostros cuentan historias, historias que nunca nos podríamos imaginar, guardan sueños, luchas, anhelos, esperanza y desesperanzas, sólida y dolor, alegrías y llantos, decepciones y momentos, momentos de glorias inquebrantables y derrotas desgarradoras. No sé si soy la única que en ciertos momentos se queda observando fijamente el rostro de alguien, preguntándome cuál será su historia, qué le pasa por la cabeza, ríe por fuera y llora por dentro, se siente en paz o tiene demonios que lo atormentan.
Me pregunto si han vivido su mejor vida o se arrepienten de sus decisiones, si han amado y Sido amados, si han lastimado y sido lastimados, si tienen un corazón noble o sólo un hueco negro y profundo en el pecho. Me preguntó tantas cosas y me pongo a imaginar cómo sería estar en sus zapatos, vivir su vida por un día, sentir como siente, pensar como piensa, ver el mundo a su manera, tener sus memorias y poder analizar cada una de ellas, a detalle, sin perderme un solo segundo.
No sé si estoy loca, pero es algo que siempre he querido. Noe conformo con sólo mirar, me gusta observar, ver más allá con el inmenso deseo de tener un super poder que me permita penetrar y observar su alma.Y es que hay tanta gente, tantos secretos guardados bajo llave, tantas historias sin contar, tantas heridas sin sanar, tantos momentos de alegría que albergamos en nuestra mente como el tesoro más preciado porque fueron momentos en los que fuimos tan felices que desearíamos revivirlos una y otra vez.
Quiero conocer gente, conocer almas, escuchar historias e imaginarme que muestras las escucho las vivo en carne propia y siento cada olor, cada sabor, cada sentimiento. Quiero contar historias, historias propias e historias de aquellos que no han sido capaces de contar las suyas, quiero que me inspiren e inspirar, deseo darle voz a los que creen no tener una o no se atreven a utilizarla. Anhelo contar sueños, milagros, batallas, luchas, alegrías, amores y sobre todo VIDAS, vidas REALES, vidas que INSPIREN.
«Me da miedo hablar delante de la gente», «Quiero hacer esto, pero me juzgarán», «Me están mirando, deben estar hablando de mí», «mejor no expreso mi opinión, nadie la tomará en cuenta», «Está ropa me qué horrible, los demás se van a reir de mí «, «Estoy muy flaca», «Soy una gorda horrible», «nadie se fijará en mí»… Estas son frases o pensamientos clásicos de aquellos cuya vida se basa en la opinión de los demás, aquellos que no hacen las cosas por miedo al qué dirán y cuya autoconfianza se la ha llevado el viento o simplemente nunca existió, nunca se desarrolló, quizás por situaciones traumáticas, palabras hirientes, personas horribles que se sienten superiores haciendo sentir a los demás inferiores, y quizás debido a su gente más cercana: familia y amigos.
Imagínense vivir bajo la sombra de los demás, vivir con miedo de ser uno mismo, escondernos y encerrarnos , no salir al mundo a mostrar lo que realmente somos, sentirnos inferiores; sé que cada uno de nosotros en alguna ocasión ha experimentando ese sentimiento de inseguridad que no nos permite ver lo que realmente somos y lo que realmente valemos, un sentimiento tan abrumador que nos mantiene viendo a los demás por encima de nosotros y nos vemos a nosotros mismos como seres diminutos, rezagados y vulnerables.
Yo me he sentido de esa manera, tan pequeña e insignificante, tan débil e invisible, siempre comparandome con los demás, siempre buscando algo malo en mí y obviando todas aquellas grandes cualidades que poseo. Mi confianza era nula, prácticamente no existía; lo único que se hacía presente era una horrible sensación que me hacía ver a los demás en las altura, mientras yo estaba en el suelo. En mi caso todo esto comenzó en la adolescencia y desde hace poco estoy intentando dejarlo en el pasado y mostrar la persona que realmente soy y la persona que aspiro llegar a ser.
Lo primero es aceptar que nadie es más ni menos que los demás. Cuando dejamos atrás ese sentimiento de inferioridad estamos dando el paso inicial de un largo proceso, un proceso que valdrá la pena. Yo me encuentro en un punto en el que intento ver todas aquellas cualidades que poseeo y me hacen única, aquellas pequeñas cosas que conforman mi escencia. Debo admitir que se me olvida muy seguido, pero siempre hay alguien allí afuera que me lo recuerda, que ve en mi lo que yo debo ver.
La confianza en uno mismo es un factor determinante para crecer y alcanzar aquello que se quiere. Confiar en nosotros mismod nos hace sentir invencibles, que podemos y somos capaces de alcanzar y hacerlo todo.
Sé que es difícil pero una vez que estás dispuesto a confiar, nada te detendrá. Debes decirte a tí misma/o todas esa cosas que te hacen grande, que te hacen ser tú. Tienes que mirarte al espejo y decir: soy capaz, puedo con todo, soy hermosa/o, inteligente…mírate de pies a cabeza y agradece.
En mi proceso he hecho pequeños cambio, pero que significan un mundo para mí… He decidido cambiar mi estilo de peinado, ponerme ropa que nunca hubiese usado antes, expresar mis sentimientos, poner en su puesto a aquellos que se creen más, aprendí a maquillarme, no lo hago con mucha frecuencia, pero cuando lo hago yo misma me halago, me paro delante del espejo del baño, sonrío y me digo lo linda que soy y lo buena que estoy. Es un camino difícil en el que no siempre te sientes cómoda/o con tigo misma/o, pero son más los momentos gratificantes.
Confía en tí, en lo eres capaz de hacer, en tú valor, en tus atributos, tú habilidad. La vida es muy corta para vivir con limitaciones, sintiéndote como un cero a la izquierda. Vive como si te fueras a comer el mundo, pero recuerda, siempre respetando y sin pisotear a los demás, porque aquí hay cabida para todos.
P.D: Ponte esa ropa que siempre quisiste ponerte.
P.D2: Di algo que te hayas estado guardando.
P.D3: Mírate al espejo, desnud@, con ropa, como sea y hazte cumplidos, no sólo sobre tú cuerpo, también sobre tú personalidad, mente, tú espíritu, tú alma.
P.D3: Escucha «En guerra» de Sebastián Yatra y Camilo.
Benditos sean aquellos que incluso por mensaje te hacen sentir afortunado/a . Dios bendiga a esos que te hacen reír y llorar de la risa, impresionarte y dejarte con la boca abierta, estar pendiente de cada palabra, no sólo para responder sino también para entender.
Cuando hablamos con alguien lo usual, lo normal y natural es que nos sintamos a gusto, cómodos y de alguna forma, porqué no, escuchados/as. Conversaciones que sólo se basan en un guion básico que se repite una y otra vez, no creo en realidad se trate de conversaciones en sí , más bien es una especie de cruce de palabras donde uno le sigue la corriente al otro porque no hay más opción, y hacer eso es mucho menos estresante que intentar sacarle un tema para charlar.
Hay quienes se resisten rotundamente a expresar sus ideas, sentimientos, creencias, ideales y opiniones sin reservas y sin miedo. Es como que esas personas tuvieran todo lo que llevan dentro encerrado en una jaula diminuta que aveces parece inquebrantable, imposible de abrir, y donde los sentimientos y pensamientos se encuentran sin espacio, pero ni siquiera eso los hace salir.
Aveces creo que estoy hablando sola y que las respuestas de la otra persona son una especie de repuestas automatizadas, como si de un robot se tratase. La verdad no importa cual sea el canal de comunicación: por redes sociales, cartas o cara a cara, es algo que pasa tanto. A veces tambien muestran un desinterés descarado frente a lo que dices, una suerte de colosal ignorancia hacia tu persona, que es tan obvia que decides callar y no perder tu tiempo… sientes que tus palabras, emociones y pensamientos no están siendo valorados; por eso siempre hay que buscar a las personas indicadas para sacar lo que guardamos como un tesoro en nuestro interior, o que nos eriza la piel de sólo pensarlo.
Si hablo con alguien quiero hablar de la vida, la muerte, misterios, alegrías , tristezas… quiero que realmente hablemos. Hablar, conversar, no es lo mismo que decir » hola «, luego preguntar «¿cómo estás?», responder «bien», y san se acabó, no, es mucho más que eso.
Un intercambio de ideas entre dos personas a través de una charla ,es algo mágico, el ver cómo te prestan atención y te miran fijamente a los ojos, cara , manos, como que si no quisieran perderse ninguna expresión, mueca o ademán… eso, eso es realmente conversar.
Dos personas no tienen que estar cara a cara para que esto suceda. El simple hecho de mensajearse y que todo fluya de forma natural, donde quienes escriben ponen la misma pasión, también es otra forma increíble de conversar.
Lo monótono no es lo mío y de verdad hay cuatro palabras básicas que están en mi lista de palabras odiadas – en realidad aún no tengo una lista ,HAHAHAHAHA-, estás palabras son: * Si * No * Bien * Jajaja
Si te pregunto cómo te sientes y me respondes “bien”, agrégale el porqué te sientes así. Quizás piensen que estoy exigiendo mucho y sé qué hay personas muy reservadas que se guardan todo para sí mismas, pero el punto aquí es que las personas necesitan de otras personas, somos seres que no podemos estar solos, seres sociables – aunque algunos no tanto, como en mi caso- y el tener una buena charla y temas para hablar, el estar atento a lo que se dice, vivir la emoción en las palabras de los demás, nunca está de más y debería ser la norma.
¿Crees en personajes de cuentos de hadas? ¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Te gusta el pan? ¿Cómo se llamó tu primera mascota?
No sé, pregúntame lo que sea, ( siempre dentro del marco del respeto). Amo cuando la creatividad se impone, porque el interés surge y todo fluye mejor.
P.D: Dejemos la monotonía a un lado. Lo divertido e interesante surge de experimentar cosas nuevas.
Creo fervientemente en que la naturaleza tiene algo especial que infunde vida, y no me refiero a lo que ya sabemos respecto a ella, porque es más que obvio que es la principal fuente de vida – plantas, árboles, animales…- pero yo veo algo más profundo y de alguna forma, raro. Me refiero a que estar en medio de ella, rodeada por su belleza, el sonido de las aves, el viento rozando mi cara y haciendo volar mi cabello, las ramas de los árboles bailando a su ritmo y el agua fluyendo libremente es como alimento para el alma y una gran bocanada de aliento que nutre el espíritu.
No sé si los demás se sentirán así frente a la madre naturaleza, pero yo sí, yo me siento viva, me siento inspirada y afortunada. Afortunada porque tengo el privilegio de disfrutar de ella, tengo la suerte de vivir en ella, por ella y para ella.
Siempre agradeceré haber nacido en Constanza y haber crecido jugando descalza en las parcelas, sembrando y trepando pinos en la loma, subiendo matas de guayaba, y trabajando con mi papá en el conuco. Un conuco dónde se han cultivado tantos y tantos alimentos, un conuco que produce alimentos para todos los dominicanos – lechuga, zanahoria, papa, repollo, brócoli, coliflor, cilantro, remolacha, cebolla, ajo…- , un conuco que nos ha servido de sustento, tierra que amamos y por tanto cultivamos con amor.
Toda esa introducción, aunque larga pero sumamente necesaria, es para contarles de la extraordinaria experiencia que tuve ayer, una experiencia que quedará grabada en mi memoria, pero aún más importante, en mi corazón, para siempre. Ayer fue un día hermoso donde estuve rodeada de personas hermosas, vibras y energías contagiosas y por supuesto un escenario de película. Estuvimos en Salcedo ( provincia Hermanas Mirabal) en una excursión guiada por @sirenomanrd y su increíble equipo, hacía Río Partido.
Desde que nos subimos a la guagua el ambiente fue tan ameno y acogedor que me hizo sentir como que todos nos conocíamos de antes, digo esto porque yo estaba con unos amigos de verdad muy especiales que hicieron mi vida más llevadera y felíz en el tiempo que compartí con ellos durante el último año de bachillerato; los demás eran personas de diferentes lugares que aún no conocíamos y creanme que esa sensación es de las cosas más especiales que podemos sentir cuando conocemos a alguien por primera vez. En el camino, cómo buenos dominicanos, nuestras voces sonaban al unisono en un ruidosa aunque increíble interpretación de diversos géneros, especialmente la bachata. Lo único que lamento es que íbamos en una guagua, porque yo no puedo escuchar música y evitar querer pararme a bailar – cómo ya les he comentado, bailo hasta los anuncios-.
Cuando llegamos al lugar donde comeríamos, estaba más que emocionada porque eso significaba que ya empezaríamos a caminar, iniciariamos nuestro trayecto hacia el río. Yo como buena «monteadora», buena constancera y carajita de campo estaba más que lista para caminar lo que fuese necesario, porque de verdad me gusta mucho hacerlo, es algo que hago habitualmente en mi amado Contanza y realmente lo disfruto.
Cuando iniciamos la caminata yo me auto-nombré guía, y como buena guía encaminé a nuestro grupo al lugar de destino, sin contratiempos y con una agilidad digna de admiración – HAHAHAHAHA, sorry Sireno, pero es la verdad-. Fue una caminata de alrededor una (1) hora o menos, la verdad no estaba pendiente de eso, sólo quería llegar.
Cuando estábamos cerca, el sólo hecho de oír el sonido del Río me erizó los pelos, mi pecho se llenó de emoción y mis piernas no podían dejar de moverse. Al ver ese azúl celeste quería gritar de la felicidad. Es lo más hermoso que he visto en mucho tiempo.
Nuestro viaje por el río inició en un pequeño charco dónde nos dimos un chapuzón y fallé en el intento de aprender a flotar – mi elemento es la tierra-. Lo siguiente fue caminar unos metros hacia un punto donde podíamos saltar al río desde una altura que luego me dí cuenta no era tan grande como yo pensaba.Tuve que reunir todo mi valor para poder saltar, creo que lo intenté unas diez (10) veces antes de atreverme a hacerlo, pero saben qué, lo hice y me sentí un campeona, el orgullo hacia mi propia persona estaba y está por las nubes, porque nadie sabía, pero siempre le he tenido pavor al agua, los ríos, la playa, a ahogarme y a no saber lo que hay en el fondo. Quizás para algunos sea algo sin importancia, pero para mí significa el mundo, como cada logro que voy alcanzando en mi vida, por pequeño que sea.
Luego de ese primer salto, salté unas seis (6) veces más, de diferentes lugares, aprendí a controlarme en el agua, a moverme en ella y también a dejarme llevar por ella. Gocé todo el trayecto hasta el charco principal, el más hermoso de todos, una obra de arte perfecta.
El camino de regreso fue un poco más difícil porque a alguien se le ocurrió tomar un atajo por una barranca inclinada. Al principio parecía buena idea, pero cuando mis piernas empezaron a temblar me dí cuenta de que no, en realidad no lo era. Al final logré subir y lo hice de primera, otro gran logro para mí.
Por aquí quiero dar infinitas gracias a todos los que estuvieron ahí dándome ánimos para que saltara y para aquellos que me ayudaron y ayudaron a mis amigos en el agua… Ustedes son lo máximo. Gracias Jefri por lanzarte conmigo, gracias chicos (Izame, José, Ángel y demás) por ser tan buena onda y hacer que ese viaje fuese aún más increíble, gracias a todo el equipo, incluyendo a Alex aunque no grabó mi salto -HAHHAHHA-.
Creo que si fuese por mí, iría a una aventura con estos chicos todos los días. Lo de ayer será un experiencia que voy a atesorar por siempre, porque conocí gente especial, lo disfruté al máximo y algo importantísimo, vencí algunos miedos.
Les puedo decir que hacer lo que a uno le gusta y descubrir nuevos lugares, nuevas personas y nuevas experiencias es lo máximo. Mi alma no podría estar más feliz y agradecida.
¡QUE MARAVILLOSA ES LA VIDA!
¡QUE MARAVILLOSA ES LA NATURALEZA!
¡QUE MARAVILLOSAS SON LAS PERSONAS QUE TE EMPUJAN, APOYAN Y BRINDAN BUENAS VIBRAS!
¡QUE MARAVILLOSO FUE ESTE VIAJE!
P.D: Cómo aquí a todo le sacamos la enseñanza te pido que vivas al máximo, rodeate de naturaleza, respira aire fresco, ten aventuras, ábrete a conocer nuevas personas, enfrenta tus miedos y salta, no te quedes con las ganas.