
Definitivamente de un tiempo para acá amo el dÃa, ver la luz del sol, las montañas que rodean el pequeño paraÃso en el que me ha tocado crecer, el cielo con sus nubes de algodón, el viento que roza sutilmente mis rizos y me trae olores que se quedan grabados en mi mente. Olor a lluvia, tierra mojada, que delicia, que placer.

Antes era más nocturna y esa faceta de mi nunca desaparecerá, porque las noches han sido mis más fieles compañeras cuando he tenido que sacar un poco del dolor de mi alma, a través de las lágrimas, lágrimas que brotan como un rÃo y que asientan un poquito el dolor. Noches oscuras, profundas reveladoras y silenciosas , noches que me hacen sentir como un ser libre, porque me permiten vaciar el alma y lavarla con cada lágrima que se escurren por mis pómulos.
Ya he aprendido a apreciarlas las dos con la misma fuerza, ahora no importa si lloro de dÃa y disfruto de una hermosa luna llena y un cielo estrellado por las noches. Ya soy libre de reÃr y llorar, sin esconderme y disfrutar de las maravillas de la naturaleza con todo el amor que siento por ella.
Muy bonitos tus escritos,me gustan y das sentido.
Felicidades !!
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MuchÃsimas gracias, lo aprecio.
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