VALE LA PENA

Uno de mis escritos favoritos en el blog es en el que describo como la copa de los árboles y la briza deleitan mis sentidos cuando realizan una especie de danza, para mí casi celestial, la cual produce un sonido que al cerrar los ojos me hace sentir como si estuviera escuchando las olas del mar mientras la sueve brisa que se siente en mi cuerpo como suaves caricias me eriza la piel. Justo esta noche vuelvo a respirar, cerrar mis ojos y me sumerjo en una especie de trance que me hace sentir lo que sentí aquel día que me inspiró a describir ese inefable momento cuando caminaba mientras los pinos y el viento bailaban un suave vals a mi alrededor.

Hace mucho que no sentía tanta necesidad de que mis dedos actuaran como por impulso, como si fueran independientes y tuvieran vida propia. Hace mucho que la inspiración de vaciar mis sentimientos y sentir como mi alma se libera un poco, no llegaba a mí, y no me refiero a una inspiración superficial, sino a algo mas profundo, tan intenso que siento que cada palabra que plasmo aquí me genera una extraña sensación de nostalgia.

En este tiempo he conectado profundamente con una parte de mi ser que creí que ya no existía, que nunca más volvería a mí. Esa pequeña parte en realidad tiene un poder tan inmenso que demuestra que a veces aquello que consideramos lo más frágil, débil o mínimo es en realidad lo más fuerte, lo más importante, lo más intenso.

Las ganas, el deseo, la inspiración, el impulso o como le quieran llamar, ese sentimiento de querer y desear con inmenso anhelo y emoción hacer las cosas que te gustan, que te hace sentir vivo, y al mismo tiempo redescubrir viejas pasiones y descubrir nuevas. A esto es a lo que me refiero, esa pequeña pero indudablemente significativa y esencial parte de mí.

Vivir sin propósito, sin metas, sin ganas, sin anhelos o con un ferviente amor por algo, lo que sea, no es vivir; se los puedo asegurar. No hay manera alguna que se pueda llamar vida a aquello que no encuentra un sentido por el cual seguir, por el cual estar vivo.

Vivir es conectar, escuchar, emocionarte, luchar, desear, experimentar, crecer, amar, confiar en el proceso, hacer nuevas cosas y recordar el por qué te gustan la viejas, mirar a los ojos, tocar almas, abrazar fuerte, sonreír hasta con la muela de atrás. Vivir es sentir, sentir que estás aquí por algo y para algo y descubrir el por qué o el para qué.

Con total certeza puedo decirles que me siento viva. Con toda certeza les aseguro que estoy viviendo, que estoy siendo yo, trabajando por mí y para mí, disfrutando cada momento, desde el amanecer, hasta el atardecer, desde el despertar, hasta el dormir, desde lo positivo hasta lo que no lo es tanto, desde los si y los no, desde el alma, a través de todos mis sentido, de la cabeza a los pies.

P.D. ¡HEY!… LA VIDA ES MUY CORTA COMO PARA GASTARLA PERDIENDO EL TIEMPO HACIENDO COSAS QUE NO TE HACEN FELIZ, AFERRANDOTE A PERSONAS, VIEJOS AMORES Y RECUERDOS DE LO QUE FUE Y YA NO SERÁ. MIRA HACIA DELANTE. EL CAMINO A LA FELICIDAD LO CONSTRUYES TÚ. NO ES FACIL, PERO, ¿SABES QUÉ?… VALE LA PUTA PENA.

With all my soul, Franselis 🌱💛

SALUD MENTAL – ALTAS Y BAJAS.

En la vida nada es lineal, todo se encuentra en constante evolución, constante cambio, constante movimiento. Las subidas y bajadas son las que caracterizan a este peculiar e impredecible viaje.

Esto se da en todos los ámbitos de nuestras vidas, sin embargo, quiero centrarme en el mundo de la Salud mental, llevando así la línea y haciendo honor al concepto de este blog. Aquello para lo que fue creado desde un inicio; alzar la voz para hacer eco de la importancia de la salud mental y llevar un poquito de consuelo y esperanza a personas que estuvieran atravesando el mismo proceso que yo, personas valientes y fuertes en corazón, alma, y espíritu.

Quienes tenemos transtornos mentales, como en mi caso, ( transtorno depresivo mayor y transtorno de ansiedad generalizada) entendemos lo frustrante y duro que es llegar a un punto dónde sientes que estás retrocediendo . Un punto dónde temes estancarte y jamás salir.

Justo en este momento estoy en ese punto. Entre el doy un paso y retroceso cinco, entre el tener que hacer y el prácticamente obligarme a hacerlo porque no tengo «ganas» o «fuerzas». Me encuentro en un punto en el que me cuestiono si lo estoy haciendo bien, si estoy dando todo de mí.

Un punto en el que lloro porque tan sólo imaginarme volver al lugar en el que estaba hace un año me da pavor. Y recordar todo el sufrimiento,miedo y frustración, ansiedad, tristeza me llevan a un lugar obscuro.

Sé que no sólo es mi caso. Sé que es el caso de millones y millones de personas en el mundo que buscan aquella pequeña luz al final del túnel y hacen hasta lo imposible para no retroceder, para seguir luchando y dandolo todo.

Casi toda mi vida he peleado contra esto y han sido incontables las veces en las que he caído y he creído que me quedaré en el polvo, pero no, porque han sido más las veces en las que me he levantado y vuelto al ruedo. Han sido más las veces en las que he sacado fuerzas de no sé dónde y he rogado a Dios y mis ruegos han sido contestados.

Si hoy estoy aquí es porque hay un fuego dentro de mí que no me deja darme por vencida y que puede más que cualquier caída. Puedo llorar, puedo gritar, puedo enojarme, pero nunca volver hacía atrás, ni para coger impulso.

A tí que estás leyendo esto te digo que lo que sientes es válido, que llorar está bien, que está bien no estar bien . Pero sobre todo que está prohibido rendirse a pesar las bajas, a pesar de los días no tan buenos y las noches de insomnio que traen tantos pensamientos a tú cabeza. Rendirse no es una opción.

Franselis – FACINGLIFE ✨💛

SONRISAS, MIRADAS, ROSTROS…

Debo confesar que una de mis cosas favoritas es observar detenidamente, sin prisa, observar movimientos, ademanes, sonrisas, ojos, rostros. Amo las sonrisas, siempre me fijo en ellas, y me he dado cuenta que hay sonrisas que parecen mágia, te enganchan y quisieras volverlas a ver una y otra vez, porque son sonrisas que salen del alma, que cautivan y contagian- no son una simple expresión facial- son un portal hacia otro mundo.

Hay ojos que te hablan y te llaman, ojos en los que te pierdes por un momento y en los cuales desearías desaparecer para siempre. Ojos que expresan todo lo que un corazón guarda, sentimientos, emociones, luchas, desvelos, fuerza, empatía… No importa el color o la forma, no importa el tamaño, lo único que importa es lo que guardan dentro. Por alguna razón mi color favorito de ojos es el negro, tan extraños, tan difíciles de encontrar, tan profundos que podrían hipnotizar, tan inefables y a la vez tan misteriosos. Juro que no me importaría perderme en unos ojos negros y quedarme allí por toda la eternidad.

Rostros, los rostros cuentan historias, historias que nunca nos podríamos imaginar, guardan sueños, luchas, anhelos, esperanza y desesperanzas, sólida y dolor, alegrías y llantos, decepciones y momentos, momentos de glorias inquebrantables y derrotas desgarradoras. No sé si soy la única que en ciertos momentos se queda observando fijamente el rostro de alguien, preguntándome cuál será su historia, qué le pasa por la cabeza, ríe por fuera y llora por dentro, se siente en paz o tiene demonios que lo atormentan.

Me pregunto si han vivido su mejor vida o se arrepienten de sus decisiones, si han amado y Sido amados, si han lastimado y sido lastimados, si tienen un corazón noble o sólo un hueco negro y profundo en el pecho. Me preguntó tantas cosas y me pongo a imaginar cómo sería estar en sus zapatos, vivir su vida por un día, sentir como siente, pensar como piensa, ver el mundo a su manera, tener sus memorias y poder analizar cada una de ellas, a detalle, sin perderme un solo segundo.

No sé si estoy loca, pero es algo que siempre he querido. Noe conformo con sólo mirar, me gusta observar, ver más allá con el inmenso deseo de tener un super poder que me permita penetrar y observar su alma.Y es que hay tanta gente, tantos secretos guardados bajo llave, tantas historias sin contar, tantas heridas sin sanar, tantos momentos de alegría que albergamos en nuestra mente como el tesoro más preciado porque fueron momentos en los que fuimos tan felices que desearíamos revivirlos una y otra vez.

Quiero conocer gente, conocer almas, escuchar historias e imaginarme que muestras las escucho las vivo en carne propia y siento cada olor, cada sabor, cada sentimiento. Quiero contar historias, historias propias e historias de aquellos que no han sido capaces de contar las suyas, quiero que me inspiren e inspirar, deseo darle voz a los que creen no tener una o no se atreven a utilizarla. Anhelo contar sueños, milagros, batallas, luchas, alegrías, amores y sobre todo VIDAS, vidas REALES, vidas que INSPIREN.

Franselis Trinidad – FACING LIFE 💛✨

Me doy por vencida contigo.

Acabo de leer una frase que decía algo así como: – » Normaliza no tratar tan duro cuando alguien te hace sentir no querido»-. Esta frase se pegó desde el primer instante como una estampilla en mi cabeza y corazón, y es que yo soy de aquellas personas que intentan hasta no poder más, hasta quedar sin energías, hasta  que ya no queda la mínima señal de esperanza, el mínimo apice de amor propio, es decir, hasta que caes tan bajo que te das cuenta que te estás haciendo daño a ti mismo, por alguien a quien no le importas y te lo demuestra una y otra vez.

Estoy segura que todos hemos desea algo con todo nuestro ser. Hemos querido a alguien con cada fibra de nuestro corazón. Sé que el universo en varias de sus infinitas formas de mandarnos señales nos ha mostrado que esa cosa o ese alguien no es para nosotros, que el deseo o amor que sentimos no es correspondido y puede lastimar… Pero insistimos e insistimos hasta más no poder, hasta que un día despertamos y abrimos los ojos.

Lo que leí me hizo abrir los ojos. Ya no puedo seguir intentando con personas que me hacen sentir ignorada, excluida y que me muestran directa o indirectamente que no me quieren en su vida. Es difícil, es revelador y golpea como una bola de concreto en mí interior, pero es lo que debe ser para evitar una herida mayor , que duela y arda cada vez que la toco.

Hoy me alejo, dejo de intentar que me veas y hables como lo hacías antes. Hoy dejo de esperar que vuelvas a tratarme como lo más especial para tí. Hoy me doy cuenta que me ignoras para que yo me aleje.

Duele, si te importa duele, pero hagamos caso a esas señales que podrían pasar desapercibidas o que nos empeñamos en ignorar. Vamos a elegirnos a nosotros primeros. Dejemos ir a quien no nos hace sentir queridos.

P.D: Rendirse, en ocasiones es válido.

P.D: Love you, dude. Friends?

Franselis – FACING LIFE 💛✨ .

LA ANSIEDAD VINO A VISITARME.


En este preciso momento estoy experimentando una crisis de ansiedad que vino a mí de manera repentina y sin esperarlo, como si de una broma de mal gusto se tratase, pero no, no es así, y eso es lo más frustrante. Esto es la realidad.

Esta es la realidad que he tenido que vivir por más tiempo del que soy capaz de recordar, porque ha sido tanto, que ya podría decir que es parte de mi vida. Quiero aclarar que el  hecho de que sea parte de mi vida no significa que yo soy la ansiedad, muy al contrario, es una especie de monstruo con doble personalidad; un lado bueno y uno malo.

El lado bueno se presenta ante el hecho de que esta surge cuando hay algo que no está bien en tu vida y necesitas eliminarlo, trabajarlo o cambiarlo. Es una especie de señal que te alerta cuando hay algo que no debería estar ahí o ser así.

El lado malo es una pesadilla. Síntomas físicos e incluso dolorosos extremos. Somatización, pánico, desesperación. Se siente como si tu mente te consumiera de manera lenta, pero dolorosa.

Hoy han pasado cosas que me han desequilibrado, cosas que me han llevado a sobre pensar y «sobre sentir». He estado todo el día muy frustrada por situaciones que se escurren de mis manos y que no puedo mantener bajo control. Hoy han sucedido cosas que me han enseñado dónde y con quién sí y dónde y con quien no.

A pesar de haberme dado cuenta de que debo priorizarme, ponerme, cuidarme y armarme primero, la ansiedad vino de manera rápida y escurridiza, y se alojó en mi pecho, quitándome el aire y poniendo  mi mente dentro de un atemorizante círculo de negatividad. Mi respiración está pesada y mi corazón da vuelcos que me impiden conciliar el sueño.

Lo que hay aquí es una relación amor-odio, dónde agradezco que esto haya llegado para hacerme ver la miserable vida que estaba llevando, y dónde me enojo y frustro por lo mal que me hace sentir. Siempre he tenido miedo a ahogarme y resulta que esa es una de las principales sensaciones que experimento con la ansiedad. Es algo aterrador.

Estoy consciente de que no debo dejar que los problemas exteriores me afecten a tal grado que no pueda controlar la forma en que me siento y pienso. La ansiedad es más una amiga que una enemiga. Sé que hoy esta surgió para enviarme el siguiente mensaje: – «No dejes de que nada ni nadie te robe tu paz. No permitas que te afecten aquellas cosas que no puedes controlar. Lo que haces, lo haces por una razón, no es tú culpa cómo vayan a reaccionar los demás. La persona correcta no te dejaría ir así de fácil»-.

P.D. Sentir morir es una suerte de catarsis dónde te das cuenta lo mucho que te importa la vida. La ansiedad no es tu enemiga, más bien es tu aliada, una aliada que intenta hacerte abrir los ojos para que puedas darte cuenta de que hay algo que debes cambiar por ahí.

Franselis – FACING LIFE ✨💛

Relatos de un alma conciente.

RISAS

Escucho risas, a lo lejos. Al parecer se divierten mucho allí afuera. Algo de mi quisiera estar riéndose así en este justo momento, con él al lado mio y un millón de historias que ya hemos contado y escuchado Miles de veces pero aún nos hacen doblar de la risa, como el primer día.

COMO EL PRIMER DÍA

Desearía que todo fuese como ese primer día en que lo conocí, desearía que me viera, escuchara y hablara de la misma manera. Definitivamente las primeras veces son únicas e irrepetibles.

ÚNICOS E IRREPETIBLES

Únicos e irrepetibles son esos ojos color miel, eso ojos que guardan tanta dulzura, tristeza y amor en su interior. Únicos e irrepetibles como el primer atardecer que vía a su lado.

A SU LADO

A su lado, lo amargo se volvía dulce, la oscuridad se llamaba de luz y hasta lo malo era bueno. A su lado no me sentía una más del montón a su lado era el centro del universo, de su universo.

EL CENTRO DEL UNIVERSO

Lo miro de arriba a abajo, cada detalle, cada pequeño lunar, cada pestaña. Me dicen que pienso que es el centro del universo porque sólo hablo de él, y sí, lo es. Él es mi universo.

MI UNIVERSO

Creí que duraría para siempre. Mi universo sólo se refería a él y no, me dí cuenta que no podia ni puede ser así, porque en mi universo hay mucho más… Familia, amigos, metas, sueños…y cuando me dí cuenta de ello él ya me había hecho creer que él era el sol, pero no, se equivocaba porque en mi universo yo soy el Sol.

YO SOY EL SOL

Ahora percibo mi luz, las sombras no me cubren más. Mi alma proyecta luminosidad y ya nadie será el centro de mi universo, porque río como el primer día y ahora cada día es único e irrepetible, al lado de quienes me quieren. Definitivamente yo soy el sol.

TE QUIERO, PERO ME QUIERO MAS A MI.

Una vez más estoy dando el primer paso, una vez más se me dificulta dejar ir a las personas que realmente quiero. Una vez más parece que me importa más que a la otra persona.

Estoy aquí recostada a su lado, estoy esperando que diga algo, aunque sea una sola palabra, pero no, nada sale de su boca. Quizás sea la señal que estaba esperando para mandar todo esto a la mierda definitivamente.

Si, estoy llorando, justo a su lado y ni siquiera se da cuenta. Ya me he desgastado mucho, he llorado mares y cada vez las cosas son iguales, yo la de los sentimientos y esta persona a mi derecha, fría, aunque no sé si por dentro le duela al igual que a mí. Si le duele está fingiendo muy bien.

Quizás ya sea hora de marcharme, aceptar que no todo dura para siempre. Otra oportunidad, otra prueba, otra vez en el mismo círculo vicioso que consume mi espíritu.

Aún no dice nada y no creo que lo haga. Supongo que ya es hora de irme. Salgo, me encierro en el baño y siguen cayendo las lágrimas como un río desbordado. Intento calmarme pero estoy enojada, estoy enojada conmigo, por seguir insistiendo.

Su madre viene a hablar conmigo y me dice que su hija estaba esperando que yo hablara primero, y sólo pienso – » siempre he hecho todo primero en esta amistad, entré a tú habitación, me recosté a tu lado, ¿Qué más querías?… Ya lo he dado todo» .

Lo anterior lo escribí el día en el que decidí dejar atrás a alguien muy importante para mi. Lo escribí estando a su lado, mientras miraba al techo de su habitación. Lo escribí con frustración y enojo, pero sobre todo con tristeza, tristeza al sentir que estaba al lado de una desconocida. Y es que no hay nada más doloroso que ver a alguien a quien quieres con todo tu ser convertirse en un extraño ante tus ojos, una persona indiferente, una persona que no era, o quizás si, pero no lo había demostrado.

Nadie merece recibir menos de lo que da. Nadie merece recibir migajas de amor, migajas de atención. Nada que no sea mutuo merece la pena y mucho menos perder la paz.

Lo intenté un millón de veces. Dí el primer paso un millón de veces y nunca recibí lo mismo. Te quiero, pero me quiero más a mi.

Adiós.

Franselis – FACINGLIFE ✨💛