Esos son algunas de los cuestionamientos que nos hacemos cuando algo no pasa de acuerdo a lo que esperábamos, cuando se sale de nuestras manos o simplemente no es lo que querÃamos. Son preguntas que a su vez conllevan sentimientos de impotencia que son totalmente válidos y que no nos pueden avergonzar o llegar ser juzgados por ellos.
Yo lo he comprobado en múltiples ocasiones, dónde en un inicio me he frustrado o hecho preguntas a las cuales no tenÃa respuestas, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta del propósito con el cual sucedió todo. Mi última experiencia es muy reciente y me ha ayudado a reafirmar está creencia.
No te desesperes, ni te tortures sobre pensando, porque en la vida nada es casualidad. Dios tiene guardadas cosas increÃbles para cada uno de nosotros, creelo, nada pasa sin Él.
Esto te ayudará a reafirmar tu fe y esperanza, tú confianza y seguridad de que todo lo que quieras quizás no llegue, mas todo lo que necesites sà lo hará. Su tiempo es perfecto y Él es bueno en todo momento.
Hay fuerzas que mueven el mundo. Hay ciertas cosas que son tan poderosas y potentes que nos llenan el corazón y nos mueven a hacer cosas increÃbles, cosas fantásticas.
El amor es una de esas cositas que dan fortaleza y es capaz de lograr cosas inimaginables. Una fuerza tan sorprendente que nos empuja hacia la grandeza, una grandeza que puede impactarnos en todos los sentidos.
El amor puede mover masas y lograr que cosas poderosas pasen. La fortaleza de este sentimiento es como un tsunami.
Por amor se lucha. El amor empodera y ayuda. Si, el amor ayuda.
Crea en tu corazón un amor bonito para tà y para quienes te rodean. Crea un amor bonito que sea tan fuerte que transforme tú vida en lo que siempre haz soñado, y de paso logres que la vida de los demás se vea tocada de manera positiva por ese sentimiento tan especial que tienes para dar.
Sobre piensas cada detalle de lo que pasó y vienen a tú mente millones de pensamientos negativos que te lastiman. Cada pensamiento que se genera en tú cabeza va formando una especie de sentimiento de rencor.
Tú alma y corazón corren el riesgo de ser un albergue para esos sentimientos. Corren el riesgo de ser cubiertos por ellos, de impregnarse de cosas feas.
Cuando se vive con rencor la felicidad desaparece. Tú corazón se vuelve duro. Ese horrible sentimiento te consume y hace daño, te envenena. Ese terrible sentimiento te ahoga y no te deja vivir en paz.
Tú eres quien vive bajo el yugo del dolor y la de desesperanza. Y aunque no lo creas, sÃ, el rencor causa esto y mucho más.
Perdona. No te cierres.
Perdonar te hará libre. Cierra heridas y te permite vivir en paz con los demás, pero más importante aún, contigo mismo.
La vida pasa realmente rápido, y nos concentramos en cosas tan vanas, repetitivas e inútiles que no aportan nada a hacer florecer el alma. Cosas que si analizamos nos sentirÃamos incluso algo avergonzados de darle un valor que no merecen en lo absoluto.
Creo fielmente que nuestro espÃritu necesita ser alimentado, nutrido y cuidado de adentro hacia afuera. Merece recibir más cosas importantes y lindas, y menos cosas que sólo desgastan y drenan.
La vida no es sencilla, pero vale la pena ser vÃvida. No todo es color de rosas, pero recuerda, puedes pintar tú mundo de los color que quieras. Házlo.
Escribir es una de las formas que tengo de escapar de mi mente y no pensar tanto. Ayer como muchos de los dÃas desde hace más años de los que me gusta recordar, no estaba con el mejor ánimo, ni la mayor disposición, ni siquiera para hacer esto que me libera un poco.
La Salud mental, tantas personas luchando por no caer. Tanta gente levantándose a pesar del dolor; un dolor silencio y voraz, un dolor penetrante y punzante. Nudos en la garganta y puñaladas en el corazón.
Lágrimas, lágrimas por vidas idas a destiempo, vidas que no pudieron más. Vidas derrotadas por el silencio.
Culpas, preguntas, dudas, desesperanza… Tantas y tantas palabras que podrÃa escribir, pero nada describirÃa realmente lo que esto significa.
Mi mensaje es el siguiente:
Vamos a convertir las dudas en respuestas, el dolor en sanación, el odio en amor, los reclamos en comprensión, los silencios en gritos de auxilio y ayuda. Dejemos ir el miedo y dejemos entrar el valor.
La vida es más fácil cuando la vivimos con empatÃa, cuando nos ponemos en los zapatos de los demás y no juzgamos. La vida es más bonita cuando la podemos vivir a plenitud.
No estás solo. No estamos solos.
Vamos a vernos, vamos a sentirnos, vamos a escucharnos, vamos a apoyarnos. Vamos a hablar, vamos a mostrar que la salud mental es importante.
Mil y una tareas, compromisos, trabajo, amigos, familia, inconvenientes, problemas, desequilibrio, salud fÃsica, mental y espiritual, tantas cosas a la vez, tantas cosas al mismo tiempo. El mundo va tan rápido y la vida es tan fugaz como el vuelo de un colibrÃ.
La gente se estresa. La gente carga un millón de cosas a sus espaldas. La gente sigue, sigue y sigue. La gente a veces se da por vencida. La gente no dice nada. La gente aguanta. La gente se ahoga. La gente no sabe.
La gente no dice lo que siente y lo que siente los mata por dentro. Mil y una cosas le sucede a la gente y la otra gente no lo sabe, ni se lo imagina.
La gente no sabe que entre más las cargas son menos. La gente no se imagina lo liberador que es hablar, pedir ayuda o simplemente desahogarse.
La gente deberÃa gritar, dejar ir, respirar. La gente tiene que ser.
Una de las cosas que encabezan esa lista es mostrarme al mundo como verdaderamente soy, quien soy sin reservas ni filtros. Simplemente yo, sin tener que bajar la cabeza, inventar sonrisas falsas, guardarme un chiste o una carcajada, sin cohibirme, y mucho menos hacer cosas sólo para complacer a los demás.
Ya no oculto los transtornos que me aquejan. No lo hago porque en este mundo tan inmenso no soy ni la primera ni la última persona que tiene y/o tendrá que lidiar con la depresión y la ansiedad, y todo lo que estas conllevan. Lo hago porque quiero ayudar y concientizar, tocar almas y ayudar a sanar a aquellos que como yo, lo necesitan.
Mi lista de deseos es larga. Ya he dado pie a mucho de los sueños que ahà se encuentran, y a otros nuevos. Sueños locos, pero que vale la pena soñarlos y cumplirlos, trabajarlos y volverlos realidad.
Mi lista es uno de los motores que me impulsan a seguir caminando. Es una razón para continuar.
Cada anhelo cumplido se vuelve una victoria inimaginable para este ser humano que ha pasado por tanto, pero que al fin está viendo ese rayito de sol al final del túnel.
P.D. Crea tu lista de deseos y disfruta del proceso. Has que el camino hacia aquello que quieres lograr sea lo más divertido y acogedor posible pues siempre habrán obstáculos que pondrán a prueba tu fe. La recompensa será mucho más grande de lo que imaginas.
Aún te recuerdo y trato de buscar justificación para tu huÃda, pero no se puede justificar a quien ignora descaradamente y te observa desde las sombras, como si supiera que con su partida te dejó con mil preguntas y sin ninguna respuesta. No se justifica a quien te enamoró para no amarte. No se justifica.
Debo confesar que una de mis cosas favoritas es observar detenidamente, sin prisa, observar movimientos, ademanes, sonrisas, ojos, rostros. Amo las sonrisas, siempre me fijo en ellas, y me he dado cuenta que hay sonrisas que parecen mágia, te enganchan y quisieras volverlas a ver una y otra vez, porque son sonrisas que salen del alma, que cautivan y contagian- no son una simple expresión facial- son un portal hacia otro mundo.
Hay ojos que te hablan y te llaman, ojos en los que te pierdes por un momento y en los cuales desearÃas desaparecer para siempre. Ojos que expresan todo lo que un corazón guarda, sentimientos, emociones, luchas, desvelos, fuerza, empatÃa… No importa el color o la forma, no importa el tamaño, lo único que importa es lo que guardan dentro. Por alguna razón mi color favorito de ojos es el negro, tan extraños, tan difÃciles de encontrar, tan profundos que podrÃan hipnotizar, tan inefables y a la vez tan misteriosos. Juro que no me importarÃa perderme en unos ojos negros y quedarme allà por toda la eternidad.
Me pregunto si han vivido su mejor vida o se arrepienten de sus decisiones, si han amado y Sido amados, si han lastimado y sido lastimados, si tienen un corazón noble o sólo un hueco negro y profundo en el pecho. Me preguntó tantas cosas y me pongo a imaginar cómo serÃa estar en sus zapatos, vivir su vida por un dÃa, sentir como siente, pensar como piensa, ver el mundo a su manera, tener sus memorias y poder analizar cada una de ellas, a detalle, sin perderme un solo segundo.
Quiero conocer gente, conocer almas, escuchar historias e imaginarme que muestras las escucho las vivo en carne propia y siento cada olor, cada sabor, cada sentimiento. Quiero contar historias, historias propias e historias de aquellos que no han sido capaces de contar las suyas, quiero que me inspiren e inspirar, deseo darle voz a los que creen no tener una o no se atreven a utilizarla. Anhelo contar sueños, milagros, batallas, luchas, alegrÃas, amores y sobre todo VIDAS, vidas REALES, vidas que INSPIREN.
Lo primero es aceptar que nadie es más ni menos que los demás. Cuando dejamos atrás ese sentimiento de inferioridad estamos dando el paso inicial de un largo proceso, un proceso que valdrá la pena. Yo me encuentro en un punto en el que intento ver todas aquellas cualidades que poseeo y me hacen única, aquellas pequeñas cosas que conforman mi escencia. Debo admitir que se me olvida muy seguido, pero siempre hay alguien allà afuera que me lo recuerda, que ve en mi lo que yo debo ver.
La confianza en uno mismo es un factor determinante para crecer y alcanzar aquello que se quiere. Confiar en nosotros mismod nos hace sentir invencibles, que podemos y somos capaces de alcanzar y hacerlo todo.
En mi proceso he hecho pequeños cambio, pero que significan un mundo para mÃ… He decidido cambiar mi estilo de peinado, ponerme ropa que nunca hubiese usado antes, expresar mis sentimientos, poner en su puesto a aquellos que se creen más, aprendà a maquillarme, no lo hago con mucha frecuencia, pero cuando lo hago yo misma me halago, me paro delante del espejo del baño, sonrÃo y me digo lo linda que soy y lo buena que estoy. Es un camino difÃcil en el que no siempre te sientes cómoda/o con tigo misma/o, pero son más los momentos gratificantes.