
Estoy segura de que todos hemos conocido a alguien cuya fuerza interior y determinación los hace grandes y los caracteriza. Personas que no le tienen miedo al trabajo y que el simple hecho de estar sin nada que hacer los inquieta. La laboriosidad está en su ser, es parte de ellos.
Yo conozco a muchos. Conozco a personas cuya vida se ha basado en el esfuerzo constante y trabajo duro. Conozco a seres increíblemente fuertes y cuya fuerza me inspira.
Como dije, conozco a muchos, pero hoy quiero hablar de la más importante de todas, la mujer que me dió la vida, la más luchadora, trabajadora y más increíble persona de espíritu incansable. La mujer a quien trabajar sólo la dignifica y exalta porque lo hace honradamente, lo hace con el corazón. Mi mamá.
Mi mamá no tuvo la oportunidad de ir a la escuela y aunque no me lo diga, aunque no salga de su boca lo mucho que ha sufrido y padecido, yo sé que lo ha hecho, sé que ha tenido que pasar por situaciones increíblemente difíciles que han puesto a prueba su fe y la han llevado hasta el límite. Mami ha hecho y hace todo lo que está en sus manos para que sus hijos -especialmente yo- salgamos adelante y rompamos con un circulo de falta de educación y penurias.
Ella, a la que he denominado “The hardest working woman” ha trabajo en todo lo que se les ocurra, pero eso sí, trabajos dignos y honrados. Si me pongo a contarles no termino hoy, pero con el simple hecho de yo saber que me pagó la universidad teniendo dos trabajos, limpiando casas, me hace sentir la persona más orgullosa del mundo, orgullosa de la mujer que es, orgullosa de que ese tolete de mujer sea mi madre.
Por mucho tiempo estudié algo que no me gustaba y la única razón por la que continuaba era ella. Ella no me obligaba a hacerlo, ni muchos menos, era que el yo saber el gran esfuerzo que ella hacía para cada mes tener el dinero de la Universidad, me partía el corazón y no me permitía tirar la toalla.
Un día ella supo que yo no era feliz, que el dolor me consumía y que esa carrera me hacía daño. Cuando ella se enteró, de mi boca, lo único que salió de la suya fue que a ella sólo le importaba que yo fuera feliz. Ese día no sólo confirmé su fortaleza, sino también su nobleza, y lo más importante de todo: – Ella es la mujer que más me ha amado y amará en este mundo-.
Escribo esto con los ojos rebosados de lágrimas, de dolor, pero más que todo lágrimas de admiración y emoción. Nunca tendré cómo pagarle todo lo que por mí ha hecho, cómo agradecerle el no rendirse con ella, y conmigo.
No se lo digo mucho, pero la amo con todo mi ser. Ella es mi inspiración y desearía ser aunque sea la mitad de la mujer que ella es.
Quizás ha cometido errores, pero eso es pasado. Lo que importa en este preciso momento es que la tengo conmigo y su ejemplo de trabajo incansable y honesto siempre irán colgados en mi corazón.
P.D: TE AMO, MAMI, Y TE ADMIRO. SIEMPRE LO HE HECHO.
Franselis – FACING LIFE 💛✨